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El próximo 3 de febrero, la cristiana Huma Younus, de 14 años, podría testificar ante la Corte Suprema de Pakistán sobre el secuestro, matrimonio y conversión forzadas que sufre desde hace unos meses a manos de un grupo de musulmanes.

 

Se trata de un punto de inflexión histórico en los numerosos casos de niñas y jóvenes cristianas, forzadas a convertirse al islam en Pakistán.

 

 

? Por primera vez en #Pakistan: Se presenta ante la Corte Suprema el caso de Huma Younus, la joven católica de 14 años secuestrada y forzada a convertirse al Islam. Asimismo, se exige la aplicación de la Ley de Restricción del Matrimonio Infantil ➡️ https://t.co/qsR2UEXyZk pic.twitter.com/NNkU7uZq6H

— Ayuda a la Iglesia Necesitada (@AyudaIglesNeces) January 22, 2020

 

 

Según informa la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, los dos jueces de la Corte Suprema del Estado de Sind (Pakistán) Muhammad Iqbal Kalhoro e Irshad Ali Shah, pidieron la semana pasada a la policía encargada de la investigación que la joven Huma participe en la próxima audiencia de su caso.

 

De ser así, sería la primera vez que una víctima de conversión forzada testifica ante un tribunal; pero también ha sido el primer caso que de conversión y matrimonio forzado que se ha presentado en la Corte Suprema de Pakistán y es la primera vez que se exige la aplicación de la ley de Restricción del Matrimonio Infantil.

 

 

Esta ley prohíbe los matrimonios con menores y entró en vigor en 2014 en el estado de Sind, pero hasta el momento no ha sido aplicada.

 

“Hasta ahora, ninguna familia había dado el paso de pedir justicia, porque los cristianos son pobres y poco instruidos, y no tienen recursos para pagar las costas y un abogado”, ha explicado la abogada Yousaf.

 

Sin embargo, aseguran que no será fácil traer a Huma de vuelta a casa. Especialmente por la corrupción y la connivencia de las fuerzas policiales con los secuestradores.

 

Yousaf, abogada de la familia, explicó a ACN que el pasado 9 de enero “Huma fue citada al tribunal de primera instancia para firmar una declaración en la que afirma ser mayor de edad. Ni yo ni los padres estábamos al corriente de esto, y tales procedimientos no podían llevarse a cabo en ausencia de ambas partes. Está claro que la policía está ayudando al secuestrador”.

 

Fuente: Aciprensa