Mié. Abr 24th, 2024

En medio de la pandemia también hay lugar para historias de amor y esperanza como la de este bebé en manos de un párroco. Su nombre es Omar Sánchez Portillo, un sacerdote de Lima Perú quéin a través de la Asociación de las Bienaventuranza desarrolla una importante labor social ayudando a los más necesitados, pero esta vez Dios le ha devuelto un poco del bien que hace salvando este pequeño, un bebé que fue abandonado en la calle.

 

Así expresó este sacerdote la bendición que trajo este bebé a su vida:

 

 

 

 

 

El sacerdote expresó:

«Y en medio de toda esta locura, Dios nos hace un regalo hermoso.
José Marello Buenaventura
27 días de nacido
Abandonado en la calle
Código blanco
Gracias porque en medio de tanto sufrimiento, dolor y angustia nos recuerdas nuestra misión!!!
Gracias Dios!!!
P. Omar
PD. A pesar de todo el cansancio la felicidad me sobrepasa!!!”

 

La historia detrás del post

La Asociación de la Bienaventuranza es una “Casa hogar para personas (niños, niñas, adolescentes, adultos mayores) con habilidades diferentes, con enfermedades psiquiátricas, con enfermedades físicas”, comenta el padre Omar a ChurchPOP en Español.

 

El sacerdote cuenta que “cada cierto tiempo nos llaman porque aparecen situaciones de este tipo, como la de este niño, que fue abandonado por su madre; una chica joven, menor de edad que tiene VIH. Y nos llamaron para recibirlo.

 

Nosotros difícilmente decimos que no porque sabemos que si nos llaman es porque necesita un espacio. Llegó ayer [sábado 30 de mayo] ayer, día del beato José Marello, fundador de los Oblatos de San José. Y llegó a nuestra vida a animarla”. Los menores llegan a la casa a través del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú.

 

La caridad en tiempos de pandemia

El padre Omar también comenta que en este momento casi ningún lugar está recibiendo niños o personas por el temor del contagio y describe: “nosotros lo primero que hacemos cuando recibimos un niño como él es hacerle la prueba molecular y esperar los resultados.

 

Mientras tanto lo mantenemos en una cuarentena internamente. Como es bebé es más fácil, atendido por una sola persona, con todas la medidas de bioseguridad para evitar que pueda haber contagio”.

 

“Él es ‘código blanco’, tiene VIH. Gracias a Dios como es pequeño el tratamiento es permanente y llega el momento en que lleva una vida bastante normal. Hemos tenido casos similares” agrega el padre.

 

El porqué del nombre del bebé: José Marello Buenaventura

Todos los residentes que llegan a la casa sin nombre y apellido, reciben normalmente el nombre del santo del día. Esta costumbre comenzó con el primer residente. Luego de una lucha con el Ministerio de la Mujer les autorizaron crearles una identidad a todos los que no la tenían para poder sacar su DNI.

 

“Entonces le poníamos como apellido Buenaventura, por el Hogar de las Bienaventuranzas -recuerda el padre Omar- él llegó ayer, el día del beato José Marello; me pareció un nombre bonito, aunque Marello sea apellido me sonaba bien como nombre y lo dejamos como José Marello Buenaventura”.

 

Y reconoce: “ha traído felicidad a la casa, alegría como todos los niños que llegan a nuestra casa. Son niños que traen alegría, felicidad y esperanza en medio de tanto sufrimiento”.

 

Fuente: ChurchPop