Vie. Mar 29th, 2024

El Arzobispo Emérito de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino, afirmó que la Navidad es una ocasión para fortalecer la esperanza, ante la situación que cada vez empeora más en Venezuela.

“La situación de Venezuela es cada vez peor, desde muchos puntos de vista. La economía se deteriora cada día más debido a la incesante devaluación del bolívar. Un dólar, que hace 16 meses valía 60 bolívares, hoy ya cuesta 47.000 (cuarenta y siete mil). Esto hace que el costo de la vida, especialmente los alimentos, se haya disparado a las nubes”, dijo el Purpurado en declaraciones a ACI Prensa.

“Aun en medio de tantas penurias”, dijo el Cardenal venezolano, “debemos fortalecer nuestra práctica religiosa, acudir a los templos, participar en la Misa dominical, y recibir los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía. Y vivir a fondo la caridad fraterna, especialmente con los más necesitados”.

El Arzobispo Emérito explicó que ante la grave situación del país, “la Iglesia está aprovechando el Adviento para fortalecer la esperanza religiosa del  pueblo: en medio de las dificultades, la Navidad, la venida de Cristo al mundo, el Emmanuel, Dios-con-nosotros, nos recuerda que Dios nos ama, que está cerca, y nos ayuda a reaccionar de manera positiva ante tantas calamidades”.

“Los fieles aprovechan todas las actividades religiosas para fortalecer su fe y su vida cristiana en medio de tanto dolor”, precisó.

Sobre la crisis, el Cardenal dijo que “es increíble” que Venezuela, “¡un país petrolero, sufre escasez de gasolina y de gas doméstico! ¡Algo vergonzoso e inaudito! Estas cosas demuestran la incompetencia del gobierno”.

Estas y otras graves situaciones, explicó el Cardenal a ACI Prensa, “provocan la emigración, el éxodo de muchos venezolanos. Y que los maestros, con salarios muy bajos, ya no quieran seguir dando clases. Por eso el gobierno recurre a jóvenes sin formación ni vocación ni preparación, para ponerlos en las escuelas, a suplir a maestros preparados”.

“En fin, es una situación mala desde muchos ángulos. ¡Y quienes más sufren son los más pobres!”, lamentó el Purpurado.

Sobre el futuro político, el Cardenal dijo que no se atreve “a hacer predicciones. El Gobierno tiene todo el control del poder, y de los medios de comunicación social. Hará falta que la oposición se consolide, se unifique, y ejerza más presión a fin de lograr por medios democráticos un cambio de gobierno. Y que ofrezca alternativas válidas de acción para el futuro”.

El sábado 14 de diciembre, el ministro de Información, Jorge Rodríguez, dijo que los organismos de seguridad desarticularon un “plan terrorista” encabezado por Leopoldo López y Juan Guaidó para atacar dos cuarteles militares, y generar acciones violentas en seis estados.

Al respecto, el domingo 15 Guaidó dijo que la acusación del Gobierno de Maduro es una “novela” que solo busca distraer. «Salieron otra vez a distraer con la enésima novela que venden este año desde (el palacio presidencial de) Miraflores», dijo Guaidó a la prensa al finalizar una sesión de la Asamblea Nacional realizada en el estado de La Guaira.

En su opinión, la acusación del Gobierno demuestra que la oposición está haciendo «algo muy bien» en el diseño de un programa de protestas para el 2020, así como en la búsqueda de ayuda y recursos para responder a la crisis.

Respecto a la acción de la Iglesia para ayudar a los venezolanos, el Cardenal Urosa dijo que esta “sigue muy activa en dos campos pastorales muy importantes: el primero y principal, la evangelización y la santificación del pueblo, para darles la fuerza religiosa y espiritual necesaria para soportar estas calamidades”.

En el campo social, continuó el Cardenal, la Iglesia sigue ofreciendo “medicinas, atención de salud, en fin en el auxilio a los más pobres. Esto desde las parroquias, las escuelas, las instituciones religiosas, y Cáritas de Venezuela y las Cáritas diocesanas y parroquiales.  Una Iglesia que está cerca de los que sufren”.

El Cardenal también compartió con ACI Prensa algunas de sus reflexiones sobre la situación de los venezolanos que se han visto obligados a emigrar a otros países de la región como Colombia, Ecuador, Chile y Perú, entre otros.

Fuente: Aciprensa